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Aprende qué son las llamadas a la acción y cómo redactarlas para tus textos

03.11.2025

Tiempo de lectura: Invierte 5 minutos para dejar de perder clientes en el camino hacia tu consulta.

El «tú sabrás lo que haces después de esto» no es muy bueno en la pareja. Tampoco en los textos de tu negocio.

Si no guías al lector hacia el siguiente paso que quieres que dé, puede que no presuponga que puede avanzar hacia algún sitio. O que no le quede claro cómo hacerlo.

A su vez, tienes que guiarle hacia un lugar en el que se sienta cómodo.

Por ejemplo, ponte en la situación de que acabas de conocer la existencia de un producto que te vendría bien. Un botón de «Compra ahora» te resultaría muy precipitado y no harías clic, ¿verdad? Sin embargo, un botón de «Conoce más información» te convencería, porque te llevaría a donde necesitas para poder tomar una decisión.

En este artículo vamos a hablar sobre las llamadas a la acción, y vas a aprender qué debes tener en cuenta y cómo redactarlas para que sean eficaces guiando a los visitantes online hasta tu consulta.

¿Qué son las llamadas a la acción?

Las llamadas a la acción o call to action (CTA) son el ascensor que lleva a tu lector desde el texto que acaba de leer hasta el siguiente lugar al que quieres que vaya (ya sea a interactuar, a conocer más, a comprar, a suscribirse, etc.).

Pueden tener la forma de un botón clicable, de una frase con un enlace, o de una frase que lleve al siguiente paso (tipo: «Te leo en comentarios»). En cualquier caso, suelen destacar en el texto.

Las habrás visto por todas partes: en contenidos de redes sociales, en páginas web, en anuncios…

De hecho, deben estar en todas partes, porque facilitan enormemente el avance de la persona hasta el siguiente lugar. Y cada paso les acerca más a tu consulta.

¿Qué 3 aspectos importantes debes tener en cuenta?

A quién estás hablando y para qué

Antes de plantearte qué poner en la llamada a la acción, tienes que tener claro si tu texto va dirigido a personas que no te conocen, a quienes ya te conocen pero están valorando, o a quienes ya lo saben todo sobre ti y sobre tu competencia y sólo necesitan un empujón para dar el paso (lo que se conoce como tráfico frío, templado y caliente).

Con esto en mente, determina cuál es el objetivo concreto de tu texto en esa audiencia específica.

¿Es un contenido de redes inspiracional para que te conozcan más personas?

¿Son las características y beneficios de tu servicio para que profundicen en lo que ofreces?

¿Es un anuncio de pago para que te conozcan, o para que acaben de convencerse de pedir cita?

La lógica, la estrategia y la estructura te guiarán en esta etapa. Como hablábamos en el ejemplo que te he puesto al principio, alguien que te acaba de ver por primera vez en redes probablemente no te pida aún cita (salvo que seas una persona muy conocida, o que te hayan recomendado encarecidamente).

Recuerda que tu estrategia digital es un todo conectado.

No te agobies por no derivar directamente a la compra o la cita en todas tus comunicaciones, porque puede ser contraproducente si la persona no está preparada (y si aún no confía en ti).

Pedirles una acción de bajo compromiso, como «Sígueme en [red social]» o «Conoce más sobre [tema] en mi web» será más eficaz en esos casos.

¿Pincharías un enlace que no sabes a dónde va?

Probablemente, no. Y menos en los tiempos que corren.

Las llamadas a la acción deben ser concisas, pero dejando claro qué se va a obtener. Porque las dudas siempre frenan.

Y lo creativo no quita lo práctico.

Por ejemplo, imagina un botón de llamada a la acción en una web que diga: «Desafía al destino y abraza tu futuro». Sí, muy poético, pero ¿a dónde lleva? ¿A una página de contacto? ¿A un PDF con información?

Si en su lugar pone «Agenda tu valoración inicial y da el paso hacia el futuro», el texto es inspirador a la par que práctico, y guiando al lector a la acción sin generarle dudas de dónde va a terminar.

Cuantos más caminos des, más difícil es la decisión

En algunos lugares, como una página de inicio, no queda más remedio que poner diferentes llamadas a la acción (contactar, ver más sobre uno u otro servicio, etc.).

Pero, siempre que no sea imprescindible, es mejor no confundir al lector con muchas llamadas a la acción diferentes.

De nuevo, la estrategia y la lógica te guiarán a elegir qué es más prioritario que haga el lector.

Por ejemplo, si quieres guiar a un desconocido desde un contenido de redes hasta tu web para que te pida cita, una opción puede ser:

¿Cómo escribir llamadas a la acción que funcionen?

El tiempo verbal más recomendado es el imperativo. Sí, aunque no veas claro que esté bien dar una orden a tu lector, es generalmente lo más eficaz.

Por ejemplo: «Descubre los servicios de nuestro centro», «Solicita tu cita ahora», «Descarga la guía gratuita y empieza a cambiar tus hábitos».

Puedes también usar la primera persona del singular como narrador.

Por ejemplo: «Quiero descubrir los servicios», «Quiero solicitar cita ahora», «Deseo descargar la guía gratuita y empezar a cambiar mis hábitos».

Usa un mensaje conciso que deje claro a dónde va a ir y/o qué va a obtener tras hacer clic.

Referirte al beneficio final que va a obtener de la acción también es efectivo. Por ejemplo: «Descubre 3 pautas para mejorar tu insomnio», «Conoce cómo trabajamos para tu recuperación», «Quiero cita para mi valoración gratuita».


¿Dónde poner las llamadas a la acción?

En función del tipo de texto (si es un contenido de redes sociales, un anuncio, una página de inicio, una página de servicios, etc.), su ubicación más adecuada es donde tenga lógica en el escrito, y donde el lector la vaya a buscar o esté preparado para hacer clic cuando la encuentre.

Generalmente, los lectores convencidos de comprar o solicitar cita van a buscar el botón de contacto en la primera sección de cada página de la web y/o al final del scroll. Por eso, siempre debe estar al menos en esas dos ubicaciones. Lo cual no quita de ponerlo en alguna ubicación más, como después de textos que explican beneficios o de los que aportan garantía y confianza.

En los contenidos de redes suele ir al final. Actualmente, hay personas que ponen la llamada a la acción justo antes de la revelación más esperada del post. Si te gusta la idea, puedes probar a ver dónde te funciona mejor.

Espero que te haya servido de ayuda este artículo.

Si necesitas una mano amiga para revisar y optimizar los textos de tu web o tus contenidos de redes, cuenta conmigo.

¿A que esta llamada a la acción es concisa y deja claro a dónde lleva? :)