Indicadores que te muestran qué mejorar en tu web


11.12.2025
Tiempo de lectura: 4 minutos para iniciarte de forma sencilla en el análisis de tu web.
Si tu web fuera el escaparate de tu tienda, te fijarías en cómo reacciona la gente que pasa por delante. Si se paran o pasan de largo sin mirarlo, si señalan algo, si lo observan y deciden entrar.
E irías formándote una idea de qué hacer con ese escaparate, qué potenciar porque atrae, qué eliminar porque aleja.
En tu web es muchísimo más fácil, porque los datos se recaban solos. Sólo tienes que interpretarlos.
Tanto si tu web atrae pacientes como si no, analizar los datos de forma regular es fundamental para maximizar el retorno de la inversión que haces en ella.
Y es más necesario si cabe si no te está funcionando como herramienta de captación de clientes.
«Lo que no se mide no se puede mejorar.
Lo que no se mejora, se degrada siempre»
(Lord Kelvin).
¿Dónde encontrar los datos para el análisis de la web?
Estos primeros pasos son imprescindibles para cumplir la ley: Sin el consentimiento explícito del usuario, no puedes recopilar datos de navegación. Antes de instalar una herramienta de analítica como Google Analytics 4, tu web debe contar con una Plataforma de Gestión del Consentimiento (CMP). Así te aseguras de que estás cumpliendo con el Reglamento General de Protección de Datos y con la Agencia Española de Protección de Datos.
Y no sólo eso. También debes tener otros aspectos en cuenta, como actualizar tu Política de Privacidad, asegurarte de que la opción de rechazar sea igual de sencilla que la de aceptar, que no se instalen cookies antes de que haya aceptado de forma explícita y ofrecer un mecanismo sencillo para que pueda retirar el consentimiento en cualquier momento.
Debes tener estos primeros pasos bien atados antes de instalar una herramienta para analizar datos.
Tras ello, el siguiente paso suele ser también tedioso si no te gusta mucho la informática.
Existen herramientas gratuitas para el análisis web, como Google Analytics. La buena noticia (además de que es gratis) es que su instalación suele ser sencilla.
Una vez dentro, puede que te abrume la cantidad de datos que vas a ver. No obstante, recuerda que poco a poco irás familiarizándote con la herramienta, como has hecho tantas veces con otras en el trabajo y en tu vida personal.
Así que respira y recuerda: los datos te van a dar el camino a seguir. Merece la pena el esfuerzo.
¿Qué indicadores mirar?
Se te abre un mundo de posibilidades. Con los datos de este tipo de herramientas, no sólo tienes una visión general del número de personas que entran en la web y de sus ubicaciones, sino de aspectos concretos que puedes analizar para tomar decisiones de mejora.
Me sería imposible en una entrada de blog explicarlos todos. Así que vamos a centrarnos en un objetivo concreto (conocer qué mejorar en los textos) y en las métricas y dimensiones que te pueden resultar más útiles y sencillas al principio para conseguir este objetivo.
Con «sencillas» también me refiero a que no requieren que tengas un conocimiento profundo de la herramienta, porque son datos que salen por defecto y los encontrarás con pocos clics.
Tasa de rebote

¿Qué es la tasa de rebote?
Es el porcentaje de personas que han llegado a esa página concreta de tu web y no han cumplido ninguno de los criterios para que se considere una sesión con interacción. Es decir, esas personas:
Han estado menos de 10 segundos en la página.
No han hecho nada que se registre como evento clave (pinchar un enlace, ir a otra página de la web, hacer scroll de forma significativa…).
Sólo han visto esa página (en el ordenador) o pantalla (en el móvil).
¿Cómo interpretarla?
Hay que tener en cuenta la importancia del contexto para saber si la tasa de rebote de una página concreta es razonable o alarmante. No hay un porcentaje único que se considere universalmente bueno o malo.
Piénsalo: si en tu página de inicio el objetivo es que la gente vaya a ver tus servicios para conocerlos en profundidad, un porcentaje de rebote del 60 % sería preocupante.
Si en la página de contacto sólo tienes tu dirección, es menos preocupante que el porcentaje sea del 60 % (ya la buscarán en Google el día de la cita, ¿verdad?).
El visitante puede irse de tu página rápido por varias razones relacionadas con los textos:
Títulos débiles que no enganchan al lector.
Contenidos que no cumplen las expectativas.
Llamadas a la acción que no guían de forma eficaz al siguiente paso.
No obstante, otros factores pueden influir en una alta tasa de rebote:
Carga lenta de la página.
Diseño confuso o poco atractivo.
El visitante ha llegado desde una fuente irrelevante (por ejemplo, un anuncio con
mala segmentación que le ha aparecido sin ser del público deseado, y ha clicado
sin querer o pensando que era otra cosa).



Tiempo de interacción medio
¿Qué es el tiempo de interacción medio?
Es el tiempo que, de media, las personas pasan activas con tu web en primer plano (no cuenta el tiempo, por ejemplo, si han minimizado el navegador).
Puedes conocer el dato general de la web completa, pero también el de cada una de las páginas de tu web de forma individual.
¿Cómo interpretar este dato?
Lo has adivinado: no hay tampoco una cifra que se considere buena o mala de forma universal.
Pero aquí también funciona la lógica. Este tiempo te indica si las personas están leyendo o no el contenido de esa página concreta de tu web. Si tú tardas en leerla 3 minutos y el tiempo de interacción medio es de 20 segundos, es que no la han leído por completo.
La principal sospecha es que no les haya convencido el texto, ya sea por el contenido o por la estructura. Si no les resulta interesante, si son grandes párrafos…no emplean el tiempo necesario para leerlo.
No obstante, enlazar este dato con la tasa de rebote y con el flujo del usuario de esa misma página de tu web te puede sorprender. Porque quizá no han pasado más tiempo en ella debido a que han encontrado rápidamente lo que necesitaban. Por ejemplo, si han entrado en tu página de inicio buscando un servicio concreto y han encontrado un botón de «Conoce más información sobre [X servicio]».



Ruta del usuario
¿Dónde puedes encontrarla?
En la sección «Explorar» de Google Analytics, tienes la opción de «Exploración de rutas». Si en el desplegable del «Paso +1» seleccionas «Título de página y nombre de pantalla», verás de forma clara qué camino han seguido los visitantes.
¿Cómo interpretarla?
Entre sus muchas utilidades, la que mejor te puede venir al principio es conocer las rutas más comunes de tus visitantes web.
¿Van de la página de inicio a los servicios, y de ahí al contacto? ¿Empiezan en el blog, van a la página de inicio y ahí finalizan?
Si no están haciendo lo que esperabas (y no están llegando a pedir cita contigo), la revisión de los caminos que están siguiendo (textos, llamadas a la acción, etc.) es imprescindible.
Puedes encontrar datos interesantes que te ayuden a tomar decisiones. Quizá no esperabas que fueran de tu página «Conócenos» directamente a la de contacto, que fueran frecuentemente desde una entrada concreta de tu blog a una de tus páginas de servicios, o que iniciaran la navegación en una página que no sea la de inicio.


Cuando te hayas familiarizado con la herramienta, sentirás más seguridad para profundizar en configuraciones avanzadas que te serán muy útiles también. Por ejemplo, las conversiones, que son acciones del usuario que tú marcas como importantes (suscribirse a tu newsletter, rellenar un formulario, clicar un enlace clave, etc.).

El marketing sanitario no debe basarse en la adivinación: la estrategia se basa en los números.
Convertir todos los datos en un plan de acción puede ser abrumador.
Si necesitas interpretar tus datos y convertir tus números en una estrategia clara para aumentar el flujo de pacientes, cuenta conmigo.
Transformemos tu espacio digital en un lugar que te represente.
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