¿Qué haces ahora con toda la información?
Cómo transformar los datos de la investigación previa en conexión con los pacientes
Raquel A. Díaz Alonso
Tiempo de lectura: 4 minutos llenos de información práctica.
¿Ya tienes el cimiento de tu nueva web?
Imagino que ya has realizado la investigación previa. ¡Enhorabuena! Es un gran trabajo.
¿Aún no lo has hecho? Te recomiendo que no te saltes ese paso, porque es el más importante (puedes consultar esta entrada de blog al respecto: https://raquelasunciondiazalonso.com/blog-hoy-voy-a-cambiar-mi-web).
Bien, si ya has investigado tu centro, a tus pacientes y a tu competencia, te estarás preguntando: «¿Qué hago ahora con toda esa información?».
Y para eso estamos aquí. Vamos a convertir esos datos en palabras que te representen, atraigan y convenzan.
Paso 1: Entiendes mejor que nunca a tus pacientes. Refléjalo en tus textos
Has dedicado tiempo a conocer y entender más profundamente a tus pacientes en la investigación. ¿Cómo lo reflejas en tus textos?
Usa su lenguaje: Para que tus textos resuenen en quienes los leen, sus palabras deben ser tus palabras.
Por ejemplo, si tus pacientes usan la palabra «dolor», no uses «algia» para referirte a él.
En caso de que te parezca poco apropiado usar un término común concreto, tienes la opción de poner el tecnicismo, pero siempre explicado después de forma comprensible.
Aborda sus miedos y preocupaciones (de forma ética): Si tu investigación revela que temen, por ejemplo, el dolor al realizarse un tratamiento concreto, tus textos deben abordarlo ofreciendo empatía y soluciones en la medida de lo posible.
Por ejemplo, si el tratamiento en cuestión es doloroso, puedes decir: «¿Te preocupa el dolor? Sí, este tratamiento suele ser muy molesto o incluso doloroso. Durante su aplicación, estaremos en constante comunicación contigo para que nos indiques cómo te encuentras y si el dolor es tolerable».
Recuerda que no debes ofrecer nada que no vayas a cumplir.
Enfócate en sus deseos y aspiraciones: Tus mensajes deben enfocarse en los resultados que esperan conseguir con tu ayuda.
Por ejemplo, si eres ginecólogo especializado en menopausia y tus pacientes desean aliviar los síntomas que produce para que no interfieran tanto en su día a día, enfócate en esos resultados.
Sin promesas exageradas, ya sabes.
Responde a sus preguntas frecuentes: Contesta a sus preguntas más frecuentes en los textos de tu web. Sí, incluso aunque para ti sean de Perogrullo. Tú lo ves a diario, pero hay personas que están viviendo esta situación por primera vez.
No hay preguntas tontas, ni vas a parecer menos profesional por incluirlas en tu web.
Paso 2: Pon palabras a tus valores
La investigación de tu propio centro te va a ayudar a sonar único y auténtico. ¿Cómo?
Tu por qué y tus valores: Tener claro quién eres y por qué estás ahí para el paciente te ayuda a reflejarlo en los textos. No hablo de contar tu vida personal, sino de transmitir tu esencia en tu web.
Por ejemplo: ¿Eres cercano, innovador, tradicional? ¿Te importa especialmente algún aspecto (la investigación, el acompañamiento, etc.)? Refléjalo en tus textos.
La relación de tus valores con los de tus pacientes: Gracias a la investigación, ya conoces sus valores y has reflexionado sobre los tuyos. Seguro que compartís varios. Esos son los más importantes a destacar.
Tu diferenciación: Si sabes qué te hace único, comunícalo. Tu web debe reflejar tu personalidad para conectar con los pacientes que estén buscando a alguien como tú.
Si no lo sabes, no te preocupes: en el paso 3 encontrarás cómo diferenciarte.
Tu especialidad (o dedicación preferente): ¿Qué es lo que mejor sabes hacer? Dentro de eso, ¿qué es lo que más te gusta? Cuando hablas de lo que amas hacer, suele transmitirse un toque de entusiasmo contagioso.
Paso 3: Diferénciate de la competencia
La investigación de la competencia te da ventaja al escribir. Veamos cómo usarla:
Detalles que te gustan de sus webs: Sin plagiar, evidentemente, puedes tomar ideas que sí te gusten y darles tu personalidad.
Por ejemplo, si te inspira cómo han estructurado su página, o alguna sección concreta que tengan, puedes darle una vuelta a la idea y adaptarla a ti.
Lo que ellos no dicen: ¿Has detectado vacíos en los textos de tus competidores? Puede que haya algo que todos en tu disciplina hagáis igual, pero que otros no digan. Puedes ofrecer tú esa información.
Por ejemplo, si haces seguimiento después, o si se llega de forma sencilla en transporte público a tu clínica, son datos que pueden calar más de lo que imaginas en los visitantes de tu web.
Aspectos que no te gustan: ¿Has detectado cosas que no van contigo o que no te parecen bien de sus páginas web? Perfecto, porque darte cuenta de lo que no te gusta es también una manera de autoconocerte. Así no pondrás en tu web nada que no te represente.
Tu propuesta de valor única: Usa lo que aprendiste de ellos para pulir aún más cómo te presentas y qué ofreces.
Tu web es el resultado de tu saber hacer y de tu investigación
Como ves, la investigación te abre las puertas para ir un paso más allá.
Con ella, tus textos no sólo informan: conectan, se diferencian, generan confianza y atraen a los pacientes que te necesitan.
Aplica estos consejos y haz que tu web sea un espacio verdaderamente tuyo.
Si necesitas una mano amiga para transformar tus hallazgos en textos que convencen, cuenta conmigo.
10/06/2025